La inteligencia artificial no está aquí para reemplazarnos, sino para ampliarnos. Como bien dice Richard Socher, CEO de You.com y autor de socher.org, todo depende de cómo entiendes tu trabajo: si lo ves como un simple intercambio de tiempo por dinero, la IA puede parecer una amenaza. Pero si lo vives como una forma de crear valor —más salud, más arte, más conocimiento—, entonces la IA se convierte en una aliada poderosa.

Me dedico al Marketing para diferentes clientes. En mi día a día utilizo varias IAs que no solo me ahorran tiempo, sino que me permiten ir más lejos de lo que podría solo. Son extensiones de mi pensamiento y mi creatividad. Hoy os quiero compartir algunas, pero no quiero crear un documento estático, iré actualizando según mi evolución en ellas. Por ejemplo, hasta ahora he trabajado mucho con ChatGPT (4o y o3 sobre todo) pero últimamente estoy utilizando muchísimo Gemini (2.5 pro). No sé si en el futuro acabará siendo mi principal IA de trabajo, por eso prefiero que este pequeño listado esté en constante actualización.

Una última nota antes de seguir escribiendo: esta es mi lista. En ella englobo las IAs que mejor se adaptan a mi manera de trabajar. Seguramente otras personas tendrán otras prioridades y experiencias, todas ellas respetables y subjetivas como la mía.

Y ahora sí, vamos a mi listado personal.

Para debatir y profundizar ideas

  • ChatGPT-4o: Su capacidad de memoria marca totalmente la diferencia con otras IAs. Es probablemente la herramienta que más uso. Funciona como un interlocutor constante, con el que puedo debatir ideas, dialogar hasta el infinito, afinar matices o simplemente pensar en voz alta.
  • Gemini (2.5 pro) y ChatGPT o3: Con ellas me siento como en un episodio de Forjado a Fuego. Son mi martillo y mi yunque. Me ayudan a hilvanar proyectos complejos, conectando ideas que, de otro modo, podrían quedarse sueltas. Son magia pura y con ellas es donde notas que el mundo va a cambiar para siempre.
  • Grok: Educada en el viejo Twitter, es perfecta para aportar una mirada más provocadora y crítica a cualquier idea. No publico nada sin recabar su visión. Es muy útil para contrastar visiones.

Para esbozar y redactar

  • Claude: El arte de escribir en alto silicio. Cuando necesito empezar un texto desde cero o encontrar el tono adecuado, su capacidad para generar redacciones de calidad es difícil de igualar. Hubo un tiempo que incluso fue mi IA principal. Hoy simplemente me maravillo con su capacidad de redacción a la altura de los textos publicitarios que exige un buen marketing.

Para buscar y contrastar

  • Perplexity: Lleva tiempo en mi vida. Y se ha convertido en mi buscador principal. Responde como un asistente que entiende contexto y da fuentes, algo impensable con los motores de búsqueda tradicionales. Suerte tiene Google de Gemini, porque si no, no volvía a utilizar su plataforma nunca más.
  • DeepSeek y Qwen: Con ellas me pasa como con Grok, pero con una diferencia: si sus creadores aportan memoria, podrían ser mis herramientas principales ya que me gustan mucho como “piensan”. Actualmente las uso para contrastar enfoques y enriquecer textos con otras lógicas, a veces más técnicas o más no occidentales, lo que aporta una diversidad muy útil y un valor que no tienen otras IAs.
  • Mistral: Soy un firme convencido de que Europa debe invertir mucho en soberanía tecnológica si quiere jugar un papel relevante en el futuro. Mistral es rapidez y eficiencia, y me sirve para contrastar cualquier trabajo que he podido realizar con una IA de referencia.

Para ilustrar y dar forma visual

  • En el mundo de antes de la inteligencia artificial, era un asiduo de los bancos de imágenes. Ahora, herramientas como Midjourney, Leonardo AI o Runway me permiten generar imágenes e incluso clips de vídeo que antes habría necesitado encargar a profesionales con equipos costosos. Ahora están al alcance de cualquiera con una buena idea y algo de curiosidad.
  • Añado aquí la gran capacidad de generación de imagen de ChatGPT, que me ha sido de mucha utilidad en los últimos tiempos, dejando cada vez más de lado Midjourney (del que aún soy un gran defensor) y trabajando más con la app de OpenAI.
  • Mención de honor a Grok. Aunque le quede mucho por mejorar, su generador de imagen me ha salvado de más de un apuro.

¿Trabajar con IA está mal? No. Todo lo contrario.

Algunos aún piensan que usar IA es hacer trampa. Yo lo veo al revés: es ampliar tus capacidades, abrir el conocimiento y democratizar herramientas que antes eran inalcanzables. No se trata de sustituirnos, sino de potenciarnos. De dejar de pensar en términos de horas trabajadas y empezar a preguntarnos: ¿qué valor estoy creando?

Como decía al principio, parafraseando a Socher, todo se reduce a cómo defines tu propósito profesional. Y el mío es claro: contribuir con sentido, con profundidad y con herramientas que me permitan llegar un poco más lejos cada día. Si las herramientas cambian, cambiemos con ellas. Pero que no cambie nunca nuestro deseo de construir algo que valga la pena.

Si te ha inspirado, pásalo!